viernes, 17 de septiembre de 2010

Yo no buscaba a nadie...

Estas muy enojado? Si, con la vida! Con todo, con todos. Ando cascoteado y pareciera que no quiere aflojar. Ya no me aguanto ni yo.
Pasaron uno o dos días, no lo recuerdo muy bien, hasta que comenté que Fito Paez tocaba en capital. Vamos, vale? Si, puede ser. Cuando toca? En septiembre creo que el diecisiete. Al final tú eres el fanático yo la que tiene que averiguar todo…toca mucho antes.
Casi sin darme cuenta tenía planes para ese día. En su casa había un par de entradas que metió en su bolso y las llevo prolijamente hasta la esquina de Perú y Av. De Mayo, el London está ahí. Era uno de esos días signado por las cosas que me gustan, Paez en unos minutos y en esa esquina Cortázar parece que escribió la novela “Los Premios” y demás esta decir que ella está a la altura de las dos primeros.
Caminamos por el centro y hasta comimos en un quiosco cualquiera, hicimos una fila larga y hacía frío, pudimos entrar y sentarnos en una mesa inclinada a la izquierda del escenario. Fito salió y toco “San Francisco y el lobo” de Seru Giran, solo con su piano, solo con su escenario, solo.
Ella era la primera vez que lo veía, apenas si lo conocía, pero cada tanto salía alguna emoción de sus ojos, sobre todo cuando entró Liliana Herrero y canto algo que no conocíamos de una forma tan sentida que era imposible que no se moviera alguna fibra dentro del cuerpo.
Pasó gran parte del recital, y llegaron las canciones que sabemos todos. Entre ellas cantó “Un vestido y un amor”…”Todo lo que diga esta demás” dejamos de mirar el escenario para vernos a los ojos, “las luces siempre encienden en el alma” las miradas fijas, “y cuando me pierdo en la ciudad” nos sonreíamos como tontitos, “vos ya sabes comprender, es solo un rato nomás” algo se nublaba, “ tendría que llorar o salir a matar” estábamos llorando emocionados “te vi, te vi, te vi, y yo no buscaba a nadie y te vi” esa última frase resumió todo lo que nos pasaba.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Hablando cosas raras para gente normal III

Gala ya no está en casa. Voy a extrañar su cara de lastima cuando no quiero darle comida, su cabeza sobre mis piernas cada vez que quiera una caricia o jugar. Ya no voy a escucharla llorar los domingos a la mañana cuando quiera que baje de mi cuarto. Siempre voy a recordar los momentos en que juntos mirábamos la televisión, que cada vez que llegaba a casa movía la cola y su cadera casi a punto de salirse de lugar de la alegría. Las caminatas por los barrios, con sol y lluvia…tantas cosas.
Amiga y compañera en de todos los momentos, te voy a extrañar.
Portate bien! Y no quieras comente ningún conejo!!

Preciosa; hace un tiempo me dijiste: Siempre se puede estar peor.
Yo no te quise creer y hasta me hice el romántico optimista, pero hoy que veo que el fondo siempre parece estar mas abajo, me retracto y te digo que tenes razón.
Quería ser un idealista y acá me vez…

Estaban los dos sentados a la mesa, habían terminado de cenar y ahora estaban fumando y tomando los restos de la botella de vino. Él la miraba mientras ella excitada, le contaba su experiencia en el Chaco.
Y por eso me voy a quedar aquí, para hacer la revolución. Le dijo mirándolo a los ojos. Él bajó un poco la mirada mientras le contestaba, muy bien, es lo que necesitaba que tuvieras algo porque quedarte. Y vino la contra pregunta; Pero, mira que voy a hacer la revolución.
No hay problema, hacela, ahora mirándola a los ojos mientras ambos se sonreían.
Y tu harías la revolución conmigo?En todo caso yo te esperaría con la cena caliente en casa. Que a fin de cuentas es lo que más puede necesitar una revolucionaria.

Hay alguna forma de combatir la hipersensibilidad?
Pensé en drogas, alcohol y prostitutas, pero me resultó una solución bastante cara.
No sé, quizá podrían ser flores de bach, filosofía oriental, yoga o tal vez un talismán.