Napoleón y su tremebundamente emperatriz… maldición lo que perdemos lo volvemos a amar. Rita baila en Rosario Norte y los muchachos quieren verla bailar.
Rita caminaba pensado en Rosario. Cuanto hacia que no estaba ahí? Los viejos como estarían? De donde sacarían las ganas para levantarse a la mañana he ir hasta el puerto, con el frío en el invierno, con la humedad y los mosquitos en verano. El Paraná es así, le decía su mamá de camino a la escuela. Que lejos había quedado todo eso.
Ahora, lejos de casa, todos los recuerdos tienen un color ámbar, como de foto vieja .
De donde sacarían las fuerzas, si ella viviendo en Girona estaba así, como desganada, como solitaria por dentro. Es cierto que el invierno es jodido y las noches se hacen largas, pero la playa y el mar están a un par de cuadras de casa, no como en Rosario que tenía que pasar por delante de la cancha de Central para poder ir al río. Que incómoda se sentía los sábados a la tarde cuando desde la tribuna le gritaban cualquier cosa.
Cuanto hacia que estaba en España? Ya casi había perdido la cuenta, se había tenido que ir así “sin avisar”. Ella quisiera seguir pensando en todos ellos y en que sería de sus vidas, pero alguien la interrumpe, le pregunta algo que no entiende muy bien, solo sabe lo que le tiene que contestar. Cash.
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