miércoles, 3 de marzo de 2010

La muerte estaba ahí, y sin embargo...

Hoy estuve en un entierro, por un momento pensé en que la vida es injusta, que hace sufrir a la gente que esta ahí parada, que llora, que se lamenta.
Por un minuto pensé lo duro que es esa situación para los vivos, el hecho de la muerte, lo que genera la falta de la presencia, el cajón, el cura (aunque quien murió no los queria), el pozo, el barro, las palas y un montón de gente tratando de ser amable y que no le sale, que están cumpliendo su trabajo y que realmente les importa poco quién esta ahí y porqué.
Un rato largo me puse a pensar en las personas que quiero y que pasaría si mañana se mueren, para tratar de entender lo que estaba pasando una de mis mejores amigas y su familia…no pude ponerme ni cerca…pero igualmente me angustie.
Después volví a pensar en todos los que estaban. Se me vinieron a la cabeza muchas cosas que había escuchado unos minutos antes y una me quedo rebotando toda la tarde –somos egoístas- y es cierto, porqué pensamos que pobres somos nosotros que nos quedamos, porqué no aceptar que morir solo es separarse de una persona amaba, que duele pero no mata y pensar que en otro tiempo nos volveremos a encontrar.
En el ultimo minuto, mientras caían las ultimas paladas de tierra y barro sobre un cajon, comencé a creer que quien estaba ahí adentro no era quien me habían dicho, que lo que estaba ahí solo era el embase, lo que envolvía a quien había generado amor en tantas personas.
Creo que lo único que me quedo en claro es que siempre vamos a sufrir cuando un ser querido de vaya al barrio que esta detrás de las estrellas, pero que desde hoy voy a tratar de escuchar un poco más a lo que quiero, tratar entender que es lo que quieren y como quieren vivir y morir, tratar (como esta familia) de cumplir todo hasta el ultimo momento y ojalá que cuando me toque pueda ser tan racional como hoy para comprender que a veces morir es mejor que vivir sufriendo.

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