domingo, 1 de agosto de 2010

Notas de viaje – San Rafael


Estoy por salir de viaje con Jorge, y varios amigos nos llaman para desearnos felices vacaciones. En un momento nos preguntamos si sería el presagio de algo, aunque era más sencillo, solo querían desearnos buen viaje.

Mi amigo putea siempre con un jugador de River que en veinte partidos en primera división metió tres goles en contra. Putea y carajea al pobre tipo que tiene muy mala fortuna, o es un mal jugador.
En el avión en que viajamos hay una revista de Aerolíneas Argentinas con una entrevista a Víctor Hugo Morales, parte de ella es acompañarlo a relatar un partido de fútbol, en este caso Estudiantes – River y en medio de la entrevista que esta leyendo Jorge aparece el pobre hombre que patea en contra (refiriéndome exclusivamente al juego) y me dice: Mira, este tipo no me deja en paz. Menos mal que lo vendieron.

En Misiones hay un tratamiento “anti-age” a base de yerba mate, te untan, masajean y te ponen una mascara, para terminar con un baño de inmersión en un té de yerba (más conocido como mate cocido). Todo para relajar el cuerpo, liberar las vías respiratorias, para que no te salgan arrugas y despigmentante (que no sé que es, ni como se escribe). Pensar que yo solo lo tomo. El mate, al final, parece tener más propiedades que el aloe vera.

Llegamos a San Rafael con la idea de no molestar al Tano y a su familia. La recepción es tan cálida que hasta dieron por sentado que nos quedaríamos en su casa a pasar estos días… y nos quedamos.
El día fue pura charla. Hablar, recordar, reírnos mucho. Yo me siento muy feliz y creo que Jorge comparte la misma sensación.

Cada noche nos juntamos a cenar con la familia, nos esperan con la comida preparada, el Tano vuelve tarde del laburo, pero no le impide quedarse se sobremesa. Las charlas se van sucediendo sin un hilo conductor y cada tema deriva en otro sin ninguna explicación. Así va entrando la madrugada, entre risas, charla, puchos y vino.
Son las cinco y media y Celina viene a decirnos si pensamos dormir. La verdad es que preferiríamos seguir con la tertulia, pero hay gente que labura…Después de tanta charla el silencio se escucha muy mal.

Alquilamos un auto para recorrer el Cañon del Atuel, y entre las cosas que me gustaría hacer esta el parapente. Buscando se encuentra y cuando ya dimos la vuelta, unos tres kilómetros nos separan de la base. Nos viene a buscar en un Jeep que se cae a pedazos y que subiendo la montaña parece que cada tanto se para el motor, pero nos lleva hasta la pista de despegue, el resto pueden verlo en el video de abajo.

Hemos viajado y conocido gente. Hemos estado en lugares hermosos e imponentes. Hemos bebido y comido. Pero por sobre todas la cosas compartimos una semana con amigos y familia. Nos han atendido como a uno más. Nos sentimos queridos.






La idea era anotar más cosas, llevar un diario de viaje un poco más extenso y detallado, pero la situación no dio para eso. Todo el tiempo había algo para hacer, ir a algún lugar, ver paisajes, hablar, divertirse…no había tiempo para escribir, la estabamos pasando muy bien.

2 comentarios:

Dr. Buffo Beodo dijo...

Puta madre! Me hiciste emocionar... Le leo esto que escribiste a Celi, mientras Chiara duerme y nos reímos y extrañamos la charla (el vino no, me estoy volcando el litro de tinto de rigor y estoy pensando en descorchar otra) Pensamos en los "chicos de africa", en los cuernos de otra gente y en matafuegos que se disparan bajo puertas lejanas y nos da risa. Miro el vaso de vino y a ni mujer y os servimos otra. Ya somos libres y pensamos que ustedes también, por ahí sin darse cuenta. Nos quedamos con gusto a poco y esperamos la próxima visita. Afuera está nevando...

Bustingorry dijo...

Acá también se extraña la charla, el vino todavía queda pero dentro de poco también se va a extrañar!! Con el chorch estuvimos todo el fin de semana hablando de lo bien que la pasamos y de lo bien que nos han tratado. Una cosa muy limada es que el domingo estuvimos todos en casa reunidos para tomar el vino patero que nos regalaste. Como te dijo Tony, no hicieron tan mal las cosas…las hicieron muy bien, hay bastante gente que te quiere bien y te recuerda. Que si no te ve es porque la vida de buenos aires es una mierda y uno termina dándole importancia a boludeces. El gusto a poco es mutuo, pero esta vez no volverán a pasar 10 años. Una abrazo enorme