martes, 19 de abril de 2011

Joooderrrrr!!!!

Como decía Mafalda “hay días en que lo malo de uno son los demás.” Si se quiere es una excusa para desviar la atención, para sentirnos un poco más liberados, con esa relajación de poder echarle la culpa a otro a bien de poder esconder nuestras propias flaquezas.

Uno se levanta a la mañana y ve que es un día de sol espléndido y cree que nada puede fallar, que los pájaros corearan canciones en el camino al trabajo, que llegaremos y seremos recibidos con la sonrisa de los abuelos, las miradas tibias de las señoritas y un guiño de ojo del policía de la puerta.

Ahora que ni bien uno rasca un poco la olla parece que las virtudes del astro mayor se fueran por tierra como si lo devorara un tsunami cósmico mayor que él.

En ese momento es donde uno comprende que la gente no sonríe, que las señoritas ladran y que los policías…son policías. Que nunca se encontrará un jefe que piense en valorar a quien trabaja y despojar de privilegios a la chusma que va de bacana, sino más bien todo lo contrario, Ponga el pecho mi´hijo que si Dios lo viera seguro le abre las puertas del cielo, pero que esto es un empleo…y público, por lo que aquí respecta el que trabaja más trabaja y el que no lo hace es jefe. Ud. elija de qué lado estar porque acá el sindicalismo es mal visto, como el pedido de aumento, o el pase de sección en el colectivo. Vaya caradura con ínfulas de señorito que se atreve a pedir lo que considera justo.

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