viernes, 4 de diciembre de 2009
de vacaciones
miércoles, 28 de octubre de 2009
Línea recta
lunes, 26 de octubre de 2009
Suerte
sábado, 17 de octubre de 2009
Triágulo escaleno
Los Audios fueron editados con ayuda de un amigazo! Jorge Aguayo!
miércoles, 7 de octubre de 2009
PEQUEÑAS DELICIAS DE LA VIDA CONYUGAL
viernes, 2 de octubre de 2009
Pedro "Almafuerte" Palacios (1854-1917)
Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!
¡PIU AVANTI!
No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
¡MOLTO PIU AVANTI!
Los que vierten sus lágrimas amantes
sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas
para limar las de los otros antes;
Los que van por el mundo delirantes
repartiendo su amor a manos llenas,
caen, bajo el peso de sus obras buenas,
sucios, enfermos, trágicos,... ¡sobrantes!
¡Ah! ¡Nunca quieras remediar entuertos!
¡nunca sigas impulsos compasivos!
¡ten los garfios del Odio siempre activos
y los ojos del juez siempre despiertos!
¡Y al echarte en la caja de los muertos,
menosprecia los llantos de los vivos!
¡MOLTO PIU AVANTI ANCORA!
El mundo miserable es un estrado
donde todo es estólido y fingido,
donde cada anfitrión guarda escondido
su verdadero ser, tras el tocado:
No digas tu verdad ni al mas amado,
no demuestres temor ni al mas temido,
no creas que jamas te hayan querido
por mas besos de amor que te hayan dado.
Mira como la nieve se deslíe sin que apostrofe al sol su labio yerto,
cómo ansia las nubes el desierto
sin que a ninguno su ansiedad confíe...
¡Trema como el infierno, pero rie!
¡Vive la vida plena, pero muerto!
¡MOLTISSIMO PIU AVANTI ANCORA!
Si en vez de las estúpidas panteras
y los férreos estúpidos leones,
encerrasen dos flacos mocetones
en esa frágil cárcel de las fieras,
No habrían de yacer noches enteras
en el blando pajar de sus colchones,
sin esperanzas ya, sin reacciones
lo mismo que dos plácidos horteras;
Cual Napoleones pensativos, graves,
no como el tigre sanguinario y maula,
escrutarían palmo a palmo su aula,
buscando las rendijas, no las llaves...
¡Seas el que tú seas, ya lo sabes:
a escrutar las rendijas de tu jaula!
martes, 29 de septiembre de 2009
Indolencia
Que lindo, que buena sensación, hasta ayer estaba sentado delante de la computadora sin poder escribir ni mi nombre.
Pero me fui a dormir, soñé feo, soñé que estaba en mi casa, que se caía que agarraba a mi perra mientras la escalera se salía de mis pies. Eso fue lo último que me dolió. Hoy me desperté, sin saber porqué...
lunes, 28 de septiembre de 2009
El 93
“¿Porqué quién conoce el recorrido completo del 93?.
Es un secreto muy bien guardado por los chóferes,
por los viajantes y por los que sobreviven”
P.G.B.
El noventa y tres
Como todos los días en esta ultima semana, Victoria se levanta tarde y cumple con una muy apretada rutina de desayuno, higiene y salida al hospital.
Se anuncian lluvia y tormentas y una máxima de quince grados eso fue lo ultimo que escucho en la radio después de sus cuatro horas diarias de estudio. Sin darse cuenta de que la humedad va iba tornado pegajosa la ropa, agarra la bufanda roja y deja sobre la mesada de la cocina el paraguas que había preparado la noche anterior.
Victoria es una de esas chicas que llamaban autosuficientes, por lo menos desde el último
cuatrimestre. Residencia en el Hospital de Clínicas todas las mañanas, y a la tarde intercalaba clases con un trabajito en el consultorio de Maximiliano, un ex profesor, venido a empleador y desde hace un mes titular de los dotes de Victoria, y para coronar los días, las cuatro horas de estudio que se extendían siempre hasta la madrugada.
Como todos estos días se iba a maquillar en el hospital mientras se ponía el uniforme celeste que, a opinión de Maximiliano, le quedaba tan sensual.
Mientras tanto a paso ligero se dirige a la parada del 93, que en una hora la dejaría en el primer destino del día.
En cuanto se subió al colectivo se dio cuenta que comenzaba a llover, y que en lugar del paraguas, que había preparado la noche anterior, tenia la bufanda roja colgada de la cartera.
Saco el boleto y consiguió un asiento junto a una ventanilla, al lado de una señora gorda y canosa que lidiaba con un bolso fucsia tamaño fiat 600.
Aunque quiso no pudo vencer la tentación de dejarse caer en el asiento, apoyar la cabeza contra la ventanilla y mirar la calle gris, mojada y triste de las siete de la mañana, hasta dejarse someter por el sueño que le provocaba el aburrimiento del viaje.
Loma de burro, o un pozo, no supo que pero el golpe en la cabeza contra la ventanilla la despertó de repente, afuera la cosa estaba peor, llovía torrencialmente y apenas se podía ver a unos metros de distancia, el sol parecía que no iba a salir nunca. Ahora estaba al lado de un hombre de traje muy prolijo y mojado. De repente llegando a la esquina ve el cartel que dice “Montevideo 400-500”, entonces a agarrar como se pueda la cartera, pedir permiso al hombre, y salir a los empujones hacia la puerta de atrás. Me pase de parada, no puede ser... justo hoy, todavía estoy a un par de cuadras. Se abrió paso entre la gente hasta la puerta. Dos cuadras para atrás y esta Pasteur, por esa derecho salgo al hospital. Se cuelga del timbre y el chofer pega una frenada que la tira contra los asientos de al lado de la puerta, pero no hay tiempo para protestar, se hace tarde y los profesores no esperan a los que se quedan dormidos en el colectivo.
Al bajar se da cuenta que la cosa esta peor de lo que se veía desde arriba del colectivo, el servicio meteorológico habían visto la tormenta pero no sabían nada del frió que atacaba ahora a su cuerpo desabrigado, y la lluvia era mas apretada de lo que aparentaba desde el colectivo.
Con la cabeza gacha y protegiéndose de la filosa y fría lluvia, se encamino como teledirigida hacia Pasteur, es necesario mirar los charcos y las baldosas flojas.
Caminar por el centro, a Victoria, siempre le resulto agradable, caminar por calles con teatros, con edificios antiguos y vidrieras, con todo el transito alrededor y con la gente arreglada para el trabajo. Pero hoy no sentía ese agrado, quizá por el golpe contra la ventanilla, o por la lluvia, y por sentirse tan estúpida por haberse olvidado el paraguas, por hoy había sido demasiado, ya se sentía cansada e incomoda, y eso que recién comenzaba el día.
Llego a la esquina y doblo por donde su intuición le dijo que era la calle Pasteur, no había ningún cartel y lo más raro era que no se había cruzado con ninguna persona desde que se bajo del colectivo.
Al llegar a la otra esquina le llego un ataque de intriga, las calles no le resultaban conocidas y estaban raras, si bien ese no es su camino habitual, el de todas las mañanas, pero ya había estado antes en la esquina de Montevideo y Pasteur y no la recordaba así, es más no recordaba que había en esas calles pero sabía que no eran las calles en que ella estaba parada, ¿o si?.
Parada en la esquina y bajo la lluvia, miro alrededor y el pánico llego fresco como el viento y le recorrió la espalda, al mirar se dio cuenta que no había gente en la calle, que no había autos que salpicaran, ni particulares, ni taxis, ni colectivos.
Pensó que lo mejor sería preguntar en algún lugar, pero ¿dónde?, cada vez estaba más incómoda, se sentía más inquieta, como estudiada en sus movimientos por alguien o por algo.
Levantó la vista hacia las casas buscando refugio, pero nada, las ventanas, las puertas, los que parecían negocios estaban cerrados, ya no pasaba nadie... ni siquiera el noventa y tres.
El pánico la ataco por completo, una mueca nerviosa se le formo en la cara, mientras la respiración y una risa resonaban dentro de su mente, no lo dudó y se lanzó a correr hacia la parada en la que había bajado, no volvió a mirar atrás por el miedo a encontrar ese algo o alguien que la perseguía, que la miraba, que estaba ahí asechando y que no podía ver.
Corrió hasta la primer esquina, hizo automáticamente el mismo recorrido, en sentido inverso, anterior, ahora mirando al frente, mientras la lluvia le pegaba en la cara, mirando esa desolación que la envolvía. Se sentía como en un sueño de que quería despertar, no entendía porque esa persecución, porqué a ella, esa sensación que le oprimía el pecho y el nudo en el corazón.
Llego a la primer esquina y se detuvo en seco, así, chocada por lo que veía, hasta donde daba la vista, a ambos lados de la calle solo había desolación, ni un alma que se moviera, y él estaba ahí de eso no había duda, Victoria lo sabía, él era el culpable de todo, pero ¿porqué? Y Victoria lo sentía respirándole al oído en cada paso.
Decidida a salir de donde sea que estuviera, corrió el tramo que faltaba para llegar a la parada, casi una cuadra la separaba del lugar del comienzo de la pesadilla.
Empapada por una nueva fuerza, salpicando agua y barro a cada tranco que daba, y sin importarle donde pisaba, ahora solo pensaba en irse, huir de él lo antes posible, antes que se decidiera a atacarla. Llego al lugar donde había bajado, y para estar segura busco el cartel de “Montevideo 400-500” y ya no estaba, no había cartel. Ahora si se sentía derrotada, deshecha, y la lluvia comenzó a caer a baldes, casi no se distinguía una vereda de la otra, y Victoria sentada en el cordón mojada de pies a cabeza, perdida quién sabe donde, y el resto del mundo viviendo su vida normal, la de todos los días.
Todo era oscuro, la lluvia no cesaba, y la esquina en que estaba que no era la de antes.
¿Dónde y porqué estaba ahí, porqué la quería a ella, quién era él?
Estaba vencida y no veía escapatoria, solo la vaga esperanza de creer que en algún momento por esa esquina pasaría el noventa y tres, que la devolvería a su casa, a su novio a su carrera y su rutina. Nada se movía, no había signos de vida, el único sonido era el de la lluvia golpeando el asfalto.
Sacada de ese sueño dentro de la pesadilla, escucho unos pasos, era él que la venía a buscar ahora que estaba indefensa, que se había descuidado. Quiso largarse a correr otra vez, pero algo la retuvo por los hombros y antes del primer alarido de terror le tapo la boca con su mano, con uñas muy prolijamente pintadas, manos que también le agarraban el hombro, manos de mujer que la lastimaban con la uñas clavadas en la piel.
Espera nena, no te asuste que te queremos ayudar... no grites, por favor cálmate. Y Victoria dándose por perdida se entrego a lo que pasara. Las manos la soltaron.
Temblando más de miedo que de frió, vió la cara de una mujer, no pudo pronunciar palabra pero esa mirada la pudo en su lugar, en un respeto incoherente, en una tranquilidad absurda.
No sos la primera, ya le paso a otras, pero con suerte podes volver de donde viniste, Victoria solo asintió con la cabeza.
De la vereda de enfrente apareció una chica, probablemente de su edad, caminando imponente por la calle. No tengas miedo vos podes salir. Miro a la mujer y le dijo que el camino ya estaba libre, podemos salir ahora para cruzarnos con el colectivo.
La mujer comenzó a caminar cruzando la calle, seguida por la chica que le hizo una seña. Victoria no se atrevió a preguntar nada, sin embargo ellas y lo que hicieran eran su única esperanza.
Caminaron por calles secundarias y en ningún momento volvieron a pisar una avenida. Seguía lloviendo cada vez con más fuerza y las calles eran tan conocidas, aunque seguro no eran las que ella creía.
Paremos acá, te voy a explicar algo nena, la posibilidad de que vuelvas depende de vos, de que cruces la avenida, ¿entendés?, justo cuando pase el colectivo, pero escúchame bien, no podes parar de correr hasta la parada por nada del mundo, no mires atrás, mantené la mirada fija a la derecha, por ahí viene el noventa y tres, acordate no mires a otro lado, él te trae y él te saca, pero solo te da una oportunidad para salir, si tomas el colectivo volvés de donde viniste, sino te vas a quedar acá como nosotras, él te va a estar vigilando, pero concéntrate, tenés que tomar el noventa y tres si o si.
Nosotras ya no podemos escuchar el sonido del motor, todo depende de vos, hasta acá llegamos nosotras, acá te dejemos nena.
Victoria se agazapo en la esquina, miraba a la derecha constantemente y no se veía, ni se escuchaba nada, Ahora había llegado el momento de esperar, ¿cuanto tiempo? No lo sabía, ¿y si no escuchaba el motor? ¿Dónde se quedaría si no llegaba a tomar el colectivo? ¿En que lugar de ese tétrico escenario estaba él vigilando?
Miró de nuevo y no vio nada, solo pensaba en correr, y otra vez la sensación de vigilancia, sin querer, sin pensarlo miro el fondo de la calle en que estaba, ¡NO!, no mires atrás, pensó, y el motor, si el motor sonaba y se acercaba, sin pensar se largo a correr, comenzando a cruzar la avenida, miraba y nada se veía. No puede ser perdí mi oportunidad. Un grito, pero de dolor, las piernas le pesaban una enormidad, sentía que no avanzaba y no se veía nada, pero el ruido seguía ahí, algo le apretaba la espalda, pero esta vez no iba a mirar atrás, y a lo lejos dos bichos blancos en la nada, las luces del colectivo, y ella en la mitad de la calle, un ultimo esfuerzo, miraba a la derecha y los bichos estaban ahí, cada vez más grandes, acercándose, ¿dónde esta la vereda? Y PAF!, la vereda y el charco de agua en la cara, el silencio, total silencio, Victoria en el piso de donde tenía que llegar, pero tarde para volver.
Un brazo le tapaba la cara llena de charco podrido, más quietud y silencio, no podía levantarse, estaba rendida y agotada, intento ponerse de pie, apoyo las rodillas y las manos, y a sus espaldas el chiflido de las puertas de un colectivo, gateando se dio vuelta y el tamaño y los colores del noventa y tres se presentaron ante sus ojos, arrastrándose, apurada, tropezando subió los escalones, se tomo del pasamanos. Ochenta por favor. El ruido de la maquina, busco en la cartera las monedas las coloco en el buche, y el boleto que se asomo por la ranura, miró el colectivo por dentro, el chofer y las tres o cuatro personas no se asombraron de ella y su desalineo, agarró el boleto, se sentó y lloro inconteniblemente.
viernes, 11 de septiembre de 2009
Quiromancia
Ya no quiere acariciar pelos castaños, ni nucas que se crispan a su paso, hoy no quiere detectar la dulzura de un mentón, ni el rubor de un par de mejillas.
Mi mano izquierda no siente la necesidad de recorrer un pecho palpitante para encontrar Los Andes de unos senos, ni descender hacia los pecados de un vientre tibio, ya esta harta de glúteos de durazno Centella Queen, y de tersos muslos que se contraen al primer roce de ella con el sexo.
Mi siniestra se enreda en la pesquisa de su compañera de viaje, a esa derecha que no dejara escapar, que aprisionará como al agua o a la arena entre los dedos, quiere hallar esa belleza de dedos lánguidos y de uñas esculpidas brillando al sol, la palma de la mano con suavidad de Nivea Pons, para recorrer la línea de la vida de esa mano derecha, trepar su monte de Venus, encontrar la ubicación exacta de Júpiter entre el índice y el mayor, explorar cada tarso y metatarso, cada falange, describir uno por uno los surcos que escriben las huellas digitales.
La quiere dormida para que no pida explicaciones, solo quiere que responda al estimulo.
A mi mano izquierda la hará feliz la respuesta de una yema sobre su dorso. No quiere sueños desmedidos, ni eternos, ni cárceles de guantes quirúrgicos, quiere la libertad de la sombra de paloma contra la pared a las seis de la mañana, quiere un continuo despertar con la derecha amada. (enero del 2003)
viernes, 28 de agosto de 2009
Historias de Cronopios y de Famas: La foto salió movida
"Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos estan donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así es que este cronopio se aflige horriblenrente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo esta algo ladeado lo que ve es el paraguero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para que. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y tambien las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles." Julio Cortázar.
Solo puedo agregar que es un texto que me hace reír mucho, me llena de inocencia aunque, al fin de cuentas, de ella quede poca. Por lo menos cuando leo las historias de cronopios, esos seres indefinidos, me despiertan ternura, risa, una cercanía a la infancia, con las momentos de imaginación, en donde podíamos ser un súper héroe o un almacenero, ser hermanos con los primos y pasar de tener una bicicleta vieja a una moto de carreras, siempre con la firme convicción de jugar hasta que se haga de noche, hasta que nos llamen a comer, o hasta que nos peguen dos gritos desde la ventana porque no hacíamos caso…No hacer caso…el principio de todo. Julio Cortazár para mí, es quién me mostro (una frase egoísta y egocéntrica) como ser grande sin dejar de ser chico, como dejarme raptar por la ninez de a ratos.
miércoles, 19 de agosto de 2009
Se unen dos grandes "puetas"
Aquí del Libro "Rimas" Becquer y su RIMA XLI
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme! ...
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder:
la senda estrecha, inevitable el choque ...
¡No pudo ser!
Aquí el cantautor contemporáneo Zambayonny
miércoles, 5 de agosto de 2009
Las cartas, que tema las cartas...
De repente tenes a un amigo lejos, en un lugar sin Internet, y no te queda otra que escribirle, usando papel, tinta y la mano.
O para decirle algo importante a alguien en tu vida. Ese es uno de los usos que tenían las carta, puede que ahora estemos usando los blog… pero si es privado lo que queres contar como haces?
Hoy en día, no se si llamarle cartas, pero las notas se utilizan mucho, o sea la esquela, el garabato sobre la hoja se utiliza, para por ejemplo; dar de baja un servicio, que paradójicamente puede ser Internet, una tarjeta, un celular, o incluso el teléfono fijo…tan en desuso como las cartas.
Otro fin poco loable de las cartas es que se utilizan para comunicar desventuras; por ejemplo: la tía de Córdoba murió ayer, avisale a tu madre. Sin dar la posibilidad de repreguntar. O hemos decidido prescindir de sus servicios a partir del día de hoy.
Los enamorados son las personas que se han encargado de poner a las cartas en lugares comunes; y es ahí donde un poeta le pone a un libro Cartas para pindorcha y veinte boludos se lo compran creyendo de que se las van a poder copiar a una chica para que caiga rendida a sus pies.
En cambio las mujeres las usan para darte un lugarcito en su vida, escribiendo cosas tiernas, dulces, amables, cariñosas…hasta que un día deciden que las cartas pasaran a ser parte de los reproches y ahí el tono de las cartas cambia.
Otra cosa que me llamo la atención es que las cartas tienen diferentes modalidades; si hay cercanía entre las personas que se escriben; generalmente son hechas a mano y en tonos cordiales; en cambio si hay distancia entre las personas son a maquina (en su momento de escribir) y en un tono formal, podría decirse que hasta legalista.
Fragmentos de cartas:
Carta de Winston Churchill a su esposa Enero 23, 1935
Mi querida Clemmie:
En tu carta desde Madras me escribiste algunas palabras muy queridas por mí, sobre cuánto enriquecía tu vida. No puedo expresarte qué placer me dio esto, porque me siento siempre de forma aplastante tu deudor, si puede haber cuentas en el amor.... Lo que ha sido para mí vivir todos estos años en tu corazón y compañerismo ninguna frase puede transmitirlo. El tiempo pasa velozmente pero, ¿no da felicidad ver cuán grande y creciente es el tesoro que hemos recolectado juntos, en medio de las tormentas y de las tensiones de tan agitados y en cantidad trágicos y terribles años?
Tu amante esposo
Cartas de Ernesto "Che" Guevara (carta de despedida de sus hijos)
A mis hijos:
Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones.
Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.
Hasta siempre, hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un gran abrazo de
Papá.
Carta de Cristóbal Colón anunciando el descubrimiento
Señor, porque sé que habréis placer de la gran victoria que Nuestro Señor me ha dado en mi viaje, vos escribo ésta, por la cual sabréis como en 33 días pasé de las islas de Canaria a las Indias con la armada que los rey y reina nuestros señores me dieron, donde yo hallé muy muchas islas pobladas con gente sin número; y de ellas todas he tomado posesión por Sus Altezas con pregón y bandera real extendida, y no me fue contradicho. A la primera que yo hallé puse nombre San Salvador a conmemoración de Su Alta Majestad, el cual maravillosamente todo esto ha dado; los Indios la llaman Guanahaní;
Carta de Groucho Marx a los Hnos. Warner
Al parecer, los hermanos Marx tuvieron algunos problemas de derechos de autor con la Warner mientras filmaban "Una noche en Casablanca", el señor Groucho Marx le escribió una nota a los hermanos Jarry y Jack Warner dandoles "su punto de vista"
…Simplemente, no puedo entender vuestra actitud, porque aunque repusieran vuestra película, creo que el espectador medio podrá distinguir entre Ingrid Bergman y Harpo. No tengo claro si yo podría hacerlo también, pero estoy dispuesto, por supuesto, a intentarlo con "todas mis fuerzas". Decís que el nombre de Casablanca es vuestro y que nadie más lo puede usar sin vuestro permiso, ¿qué pasa con "Hermanos Warner" (Warner Bros)? ¿También eso es vuestro? Es posible que podáis usar el nombre "Warner". Pero nunca la parte "Hermanos", profesionalmente, nosotros éramos "Hermanos" mucho antes que vosotros.
jueves, 30 de julio de 2009
Memoria emotiva
Una de esas últimas veces en que leí por gusto, me tope con una historia que contaba que uno de los escritores que más imaginación han tenido, nunca había viajado a ningún lado, o algo así. Julio Verne, un adolescente que quiso escaparse a dar la vuelta al mundo en un barco, fue pescado por su padre ante de comenzar su aventura. Si bien no se abunda en detalles, parece que el hecho lo marco de manera tal que nunca se atrevió a realizar ningún viaje exótico. Parece que se convirtió en una especie de estudioso de los atlas de la época, que le sirvieron de base para imaginar las locaciones de sus historias.
¿Qué es lo que me asombra de todo esto?. Me parece muy… loco… alucinante…
asombroso, que alguien tenga el poder de llevarme a un lugar que ninguno de nosotros conoce. Es obvio que nadie ha viajado al centro de la tierra, o a la luna (la teoría de la conspiración me lleva a poner en duda este logro), ni se ha sumergido en las profundidades del mar a las cuales accedió el capitán Nemo, pero si podríamos haber dado la vuelta al mundo en 80 días (o una vuelta al día en 80 mundos? JC) o haber conocido el faro del fin del mundo, ver los paisajes de los diferentes continentes y conocer a los lugareños, cruzarnos con un equilibrista de circo y una bella mujer. Nadie estuvo ahí, pero él llego de alguna manera.
¿A que iba con todo esto? (me fui por las ramas).
Volviendo a empezar, leí algo que me llevó a viejas emociones, no de las más lindas de mi vida, pero al leer me llevo a recordar como me sentía hace 10 años atrás.
Ninguna situación de las que ojeé se podía comparar con mi propia vida, no coincidíamos en nada, salvo en la sensación de angustia, de dolor, o la falta de lugar al cual llegar venía de la mano de otros problemas, pero (siempre hay un pero) la descripción del sentimiento, esa necesidad de sacarse una cruz de encima, el querer encajar, añorar algo tan sencillo como que te miren sin que nadie prejuzgue, sin que nadie sienta lastima, sin que te pongan un estigma cada vez que te ven, Pobrecito el nene… y con la familia que tiene… y bue, los padres de separaron y como no queres que aparezca borracho…
Por suerte después de mucho tiempo aprendí que es al pedo darle bola a esa gente, pero mientras tanto me costo, aun hoy creo que me cuesta, me sentí anormal, fuera de lugar, un pobre diablo, hasta que me dí cuenta que el “normal” tenía problemas peores que yo, comencé a cagarme en todos, a desayunar limones para mostrarles la mierda de ellos y que así dejen de fijarse en mi. Aun hoy me desayuno algún boludo cada tanto, pero solo para no olvidarme de que hay un lugar al que no quiero volver, que hay cosas que no quiero pasar.
Cuando veo sus caras de cómo sabía o de no me digas eso, que animal que sos, me doy cuenta que muchas cosas sirvieron, que haber sufrido un poquito más que el resto me sirvió para mirar más allá, para ver que las cosas no son blancas o negras, que no somos ni tan buenos, ni tan malos y para darme cuenta que ser el pobrecito me chupa un huevo, aunque cada tanto suba por la garganta ese sabor amargo de algunos recuerdos.
Y como es una especie de banda fetiche de este blog, les dejo un tema de Seru Giran, Perro andaluz.
jueves, 25 de junio de 2009
Despliega tus alas...para donde mejor te plazca... Nada en este mundo hará que te quedes en el
Por un lado te saca parte de tu rutina, te saca al tipo que cada mañana te cuenta como estaba el transito, el clima, y que te hablaba de tonterías mientras salís a tus deberes.
Un día viniste de trabajar y te encontraste con que ya no estaba más, te cuesta, pero te das cuenta de que es una persona que no vas a escuchar nunca más, tenes esa sensación rara de ver la muerte, pero todavía no la sentís, no llegas a darte cuenta que todo eso que ves es momentáneo, y que cuando se termine la noticia, ese puto lindo no va a aparecer más.
Es raro hablar de esto, aunque no se pueda creer es parecido a lo que te pasa con un familiar…ponele un tío. En mi familia había una vez un tío al que todos le preguntábamos cosas, que era de consulta frecuente, una Wikipedia familiar, era ir a su casa, tomar mate, sentarte a hablar, y parecía que se te aclaraban las cosas, que te daba en la tecla y mágicamente se iban acomodando después de que hablabas con él. Este tío un día se le dio por morirse, se canso de estar acá, sin su esposa, sin sus hijos. Se cansó de los médicos de cuidarse de la glucosa, de la diabetes, del colesterol.
Ahí es cuando te llaman por teléfono y no entendes muy bien el grado de la noticia, a mi me dijeron que alguien se murió, que ya no voy a verlo nunca jamás; que cuando vaya a su casa no va a haber nadie que te convide un mate. Y es raro, porque fui a ver un cajón que contiene otro envase de lo que fue mi tío, es como la confirmación de vaya a saber que cosa.
Por otro lado, tengo un amigo, que hace tiempo nos dijo que iba a ser padre, y un día también te llama por teléfono y te dice que la hora llego y que ha cambiado el estado civil, de simple esposo a padre y esposo (estoy convencido que hasta el cambio semántico es correcto). Y ahí andamos con otros amigotes viendo fotos y comprando un regalo que en algún momento le llevaremos, y veremos el cajoncito, ese moisés hecho con tanto amor en donde repose la niña, mientras tanto me cuesta imaginar a mi amigo con un mamadera en la mano, o buscando pañales en un bolso.
El punto es que ahí esta la conexión entre la vida y la muerte, ambas son increíbles en un primer momento. Es como si la mente necesitara de un tiempo de adaptación.
Pareciera como que necesitamos ver para creer y terminas necesitando ver un cajón para confirmar que alguien nació o que se murió.
¿Yo me pregunto si uno podría burlarse de la muerte o de la vida? ¿Y si uno esta entre dos puntos en el cual vive? No sé si me explico bien…seremos lo que pasa entre dos puntos?
Les dejo esta canción de Queen, que habla un poco sobre echarse a volar.
Está es la traducción...
Sammy estaba deprimido
sólo viendo el espectáculo
una y otra vez
Sabía que era hora
Debería decidir
dejar su muerta vida atrás
su jefe le dijo
"chico, deberías empezar
a sacar esas locas ideas fuera de tu cabeza.
Sammy, ¿quién te crees que eres?
Deberías haber estado barriendo el Emerald bar"
Extiende tus alas y vuela a lo lejos
Vuela a lo lejos, a lo lejos
Extiende tus pequeñas alas y vuela a lo lejos
Vuelva a lo lejos, a lo lejos
Porque sabes que lo harás mejor
Éso es porque eres un hombre libre
Él pasa las tardes sólo en la habitación de su hotel
Guardándose sus pensamientos para sí, él debería marcharse pronto
Deseando estar muy lejos
Nada en este mundo, nada lo haría quedarse
Desde que era pequeño
No tuvo suerte
Nada le ha sido fácil
Ahora era hora
De que decidiese por sí mismo
"Ésta puede ser mi última oportunidad"
Su jefe le dijo "ahora escucha, chico,
Siempre estás soñando
No tienes ninguna ambición real, no llegarás muy lejos
Sammy, chico ¿no sabes quién eres?
¿Por qué no puedes ser feliz en Emerald Bar?"
Así que cariño,
Extiende tus alas y vuela a lo lejos
Vuela a lo lejos, a lo lejos
Extiende tus pequeñas alas y vuela a lo lejos
Vuela a lo lejos, a lo lejos
Encuéntrate a tí mismo
Porque sabes que deberías hacerlo mejor
Éso es porque eres un hombre libre
Vamos, cariño.
lunes, 18 de mayo de 2009
Mario Bendetti
Rostros de vos
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de ultimo vagón
tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor
sin un temblor de mas
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos
estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición
mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos
pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada
las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada
ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.
Mario Benedetti
De "Poemas de Otros"
jueves, 7 de mayo de 2009
Al lado del camino
miércoles, 22 de abril de 2009
Sin Título
A veces quisiera poder abstraerme un poco del mundo en el que me muevo; poder salir de camping con lo puesto, pero no sé porqué uno no lo hace. que nos ata a las responsabilidades? No las niego, están buenas, uno quiere a su novia, a sus hermanos y amigos; pero un respiro...
Esta semana parecia que venía de respiro, pero justo en ese momento es en el que nos caga el suspiro de alivio una cañería, un vecino molesto, un mal trago.
No tengo más para decir, no sé que quería decir.
lunes, 30 de marzo de 2009
Los adolescentes no tiene problemas... los heredan
Alzan la bandera del tabaquismo para todos, con lo cual no solo se ve beneficiado Marlboro, sino también Pepe el quiosquero, incluso las fundaciones para la preservación del medio ambiente que tienen un trabajo más para tener en cuenta.
También la industria de la bebida se ve beneficiada por la juventud consumista, ¿que sería de las familias que trabajan en el rubro si ellos, almas caritativas, no consumieran, latas de todo tipo, botellas de diferentes sustancias, posillos de tantas otras, incluso nutritivas bebidas energizantes que mezcladas con alcohol matan más neuronas que una jauría de electrones que salen por un enchufe.
¿Que sería de Alcohólicos anónimos sin adolescentes?!!!
Y si pensamos un poco más nos daríamos cuenta que la T.V. sin estas mentes atrofiadas y hambrientas de Gran Hermano y tantos realitys más, no tendría los niveles de audiencia que tiene. Los padres no tendrían más preocupaciones que las de sus trabajos, y hasta les quitaríamos el gusto de poder criticarlos por no ser como ellos (aunque muchos hallan sido bastantes parecidos a sus hijos).
Los Psicoanalistas, si no fuera por la capacidad que estos jóvenes tiene para provocar neurosis en toda una Familia y hasta en comunidades enteras, estarían vendiendo en un puesto de Retiro los libros de Freud, que tanto leyeron en sus noches de estudio.
Así que como verán, ser adolescente no es un problema... es una virtud que les permite generar empleo en diversas industrias y rubros, publica y gratuitamente, un logro que ningún político argentino pudo obtener en los últimos 20 años.
Para cerrar, la juventud de hoy es la envidia de Eduardo Duhalde y el logro de años de esfuerzo de El Carlo De Anillaco, Chupete De La Rua y sucesores y de la desesperación que crearon todos los economistas con Cavallo a la cabeza, el riesgo país, las bolsas del mundo, Bin Laden y G. Bush Jr., el Banco Mundial, la nena de Francella, Maradona, las Copas del Mundo, etc, etc, etc, etc...
Por todo esto y mucho más cuídenlos, escúchenlos, háblenles, y no los miren como a bichos raros. Fíjense que todas las cosas nombradas más arriba también fueron parte de la adolescencia de muchos que hoy son adultos y que sumados a los genocidas de turno también deben haber hecho de la juventud de muchos padres, algo complicado e inexplicable.
La experiencia sirve si se comparte.
miércoles, 4 de marzo de 2009
El niño que no faltó nunca a la escuela
Al ver nuevamente este espectáculo, me acorde de algo que alguna vez había leído…El manual de zonceras argentinas… un pequeño texto, entre otros que se encuentran en ese libro, que demuestra como los mayores torturan a los niños, sometiéndolos a la imagen y a las ideas del impoluto y rechoncho Dominguito.
Esta cita a don Arturo pone un poco en su lugar al gran maestro argentino (que despiadadamente nos mintió en la cara en su biografía) y nos muestra que tanto insistió con el tema de la civilización y la barbarie que al final ni una maestra inglesa le quedo en el país... Estos cabecitas negras lo complican todo (decía un italiano en un programa del negro Olmedo)
Zoncera N ° 17 del libro Manual de zonceras argentinas de Arturo Jauretche.
La imagen del niñito Domingo Faustino Sarmiento que usted lleva metida adentro, es la de una especie de Pulgarcito con cara de hombre, calzado con grandes botas y cubierto con un enorme paraguas, marchando cargado de libros bajo una lluvia torrencial. (Los niños sanjuaninos son los únicos a quienes esta imagen no impresiona, pues saben que jamás llueve en San Juan durante “el período lectivo” como dice la prestigiosa “docente” doña Italia Migliavacca. Más bien a San Juan le da por los temblores y los terremotos).
¿A quién no le han machacado en la edad escolar cuando uno prefería quedarse en la cocina junto a las tortas y al maíz frito en los días lluviosos, conque Sarmiento nunca faltó a clase así lloviera, nevara o se desataran huracanes?
Lo dice el mismo niño modelo en Recuerdos de Provincia: “Desde 1816, fecha en que ingresé en la escuela de primeras letras, la Escuela de la Patria, a la edad de cinco años, asistí a ella durante nueve regularmente, sin una falta”.
Esta es una de las virtudes del niño modelo que más ha torturado a la infancia argentina hasta la aparición de la nueva ola de niños malos (“revisionistas”). “¡Nueve años sin una falta a la escuela de primeras letras!”, comentan estos malvados. Y agregan ante el contrito magisterio: “¡Flor de burro el tal niño modelo para pasarse nueve años aprendiendo las primeras letras! ¡Y después lo critican a uno si repite el grado!”.
Conviene poner las cosas en su lugar.
El mismo niño modelo nos dice que en 1821, a los seis años de su ingreso en la escuela de primeras letras fue llevado al Seminario de Loreto de Córdoba, con lo que los nueve años de asistencia perfecta que nos cuenta quedarían reducidos a seis.
¿Volvió el niñito modelo a la escuela primaria por tres años después del rechazo en el Seminario?
Es indiscutible que una asistencia escolar perfecta de seis años a la escuela de primeras letras es una dosis excesiva hasta para un niñito un poco tarado. Mucho más si se trata de nueve. Y Sarmiento era un niño precoz. También lo dice en Recuerdos de Provincia cuando relata que ingresó a la escuela a los cinco años “sabiendo leer de corrido, en voz alta, con las entonaciones que sólo la completa inteligencia del asunto puede dar”.
Con esto se derrumba la leyenda de los nueve años de asistencia perfecta, pero también la pretensión vengativa de los niños malos (revisionistas) que sostienen que era un burro. Ni un burro ni asistencia perfecta. Un niño cualunque; pero más bien aventajado, pues siempre fue el primero de la clase.
Don Leonardo Castellani, que es fraile y conoce mucho a los chicos, dice que “el chico que nunca se hizo la rabona es sospechoso”. En general todos los chicos afirman, como Dominguito, que nunca “se la hicieron”, pero conviene desconfiar.
jueves, 19 de febrero de 2009
Esperando nacer
La música siempre acompañó los momentos de mi vida, de una u otra forma, la vida siempre tiene su banda musical, lo bueno es el poder ser uno mismo el propio productos de la película.
jueves, 5 de febrero de 2009
Que difícil se me hace…
Creo que este es el primes post del año y a continuación voy a divulgar un cuento en el que una persona ve el reflejo de algo extraño en un lugar en el que no se lo imaginaba.
“En la posada del fracaso donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad comparten colchón,
y cuando por la calle pasa la vida como un huracán
el hombre del traje gris saca un sucio calendario del bolsillo y grita,
quien me ha robado el mes de abril”
Joaquín Sabina
Psicosis
Otras vez como casi todas las noches ya siento la boca llena del gustito que tiene el tabaco del gitanes en mi boca
Sentado en uno de los bancos de madera que adornan los pasillos de la Facultad de Derecho fumo y se despejan las ideas, la mente vuela y fluyen los pensamientos, y uno principal, ese que pasa una y otra vez dando vueltas entre el humo del cigarrillo.
Uno no se da cuenta, hasta que en algún momento te cae la ficha y lo ves tan claro, ves como la vida se empeña en tomar un destino que uno no busca, como va tomando caminos de discordia y de furia contenida, de no gracias por no putear, de buenas tardes doctor, y un gusto haberlo conocido, sonriendo por fuera y carcomiéndote el alma de las costilla para adentro.
Pasan vueltas y se te cruza una tormenta amorosa de odios y rencores, si ya empiezo a pensar en lo bueno que sería una novela escrita por mí para el canal de la mujer, con actores que se desvelan en llanto, desengaños y recuerdos de amores pasados y el infaltable final feliz.
Pero no, hoy la novela termina con Joaquín pidiéndole a Cristina que lo mate por compasión, que le rompa las muñecas con la gillette por el amor que nunca tendrá de ella. Mientras ella se viste. Él insiste y sabe que cuando pasen la puerta del hotel ella volverá, como siempre, a su rutina de matrimonio deshecho por las costumbres de los años.
Y desde el banco se ve tan claro, Joaquín con los pies en el suelo, sentado en la cama desnudo, los brazos apoyados en las rodillas y sosteniendo la cara con las manos, y Cristina insensiblemente fría ante su desconsuelo, frente a él, desde la ventana abrochándose la camisa se seda blanca.
Yo sigo ahí sentado sin poder ponerle la mano en el hombro, poder darle mi amistad a ese hombre que ya no es él, que no sé como era, pero que seguramente era otro y no el que tiembla de rencor y estrella la copa de vino contra la pared.
El sobresalto, y la gente que no entiende que ellos están ahí parados frente a nosotros, risas y quejas por las materias que se cursan, charla de obligación para arreglar salidas con las compañeras de curso y él que sufre y mira sin ver, que camina por el cuarto esperando una reacción de Cristina que se pone los zapatos.
Alguien al lado mío revisa un cuaderno y no se da cuenta de lo que pasa, no ve a Joaquín abrazándola y besándola, no lo ve pidiéndole que se escapen juntos a algún lugar donde nadie los conozcan, lejos de la gente que les prohíbe esta locura. Y el forcejeo, Cristina que se escapa de los brazos que antes la acariciaban, dando explicaciones sobre el porque ella no eligió esa vida, que estaba digitada así, y que eso que pasaba entre ellos no se volvería a repetir, Carlos sospechaba -¿Cómo le explico mis vueltas después de que él llega del trabajo? Además ya no puedo mirarlo a la cara, me desarma con sus celos y su desconfianza, ya no puedo soportar sus presiones, por favor dejame ir. No te vas, aclaremos todo, no puedo seguir así, escondiéndome, rogando migas de cariño y resulta que todo se termina como si nada pasara, sin importarte nada ¿ya no te importo, es eso no? Solo soy un juguete con el que te cansaste de jugar y como te aburrís lo tiras a la basura. No, no es así ¿para que seguir sufriendo los dos Joaquín? Sabes que en cierta forma yo también te amo, pero no podemos llevar esto adelante, yo no puedo y ya decidí. ¡No me trates como a un bebé! no me digas esas cosas, yo sé que no me amas pero tene el valor de decirlo, quiero escucharlo de tu boca, de los labios que bese hace un momento.
¡Basta! que alguien se meta entre ellos, por favor, me desespero y fumo sin ver la forma de pararlos. Dos personas que no conozco me miran sin disimulo.
Esto se termina acá, no hay vuelta atrás, es verdad, tenes razón, no te amo ¿ahora me vas a dejar ir, carajo? Yo estoy más inquieto que nunca, y las personas me siguen mirando.
Joaquín, con su cara desencajada por la confesión, se abrocha el pantalón y de un tirón saca el cinturón que lleva en la cintura, en ese momento todo se tiñe de gente que sale de las aulas a las corridas, prendiendo cigarrillos, no dejar ver, cubren a Joaquín que va hacia Cristina con el cinturón en alto. ¡Córranse de ahí! No sean cómplices de él, no ven que la va a matar.
De repente Pablo me frena en seco. Tranquilo Seba, no pasa nada, estas en la facultad. Yo desconcertado, llorando por lo que seguro ya concreto Joaquín, y que ya nadie puede ver y Pablo que me lleva de un brazo hasta el auto, sin que nadie haya visto nunca nada.